Copa Mundial de la FIFA Alemania 2006

1/11/2006

Alerta con Cuatro Estadios de la Copa del Mundo

Stifting Warentest, la principal Institución independiente de información al consumidor de Alemania, ha asegurado que cuatro de los doce estadios que el país centroeuropeo ha elegido para la celebración de la Copa del Mundo de Fútbol del próximo mes de Junio, muestran serias deficiencias en materia de seguridad. Dichos estadios, que tienen previsto albergar varios partidos de la competición, e incluso uno, el de Berlín, el partido final, son: Gelsenkirchen, Leipzig, Kaiserslautern y Berlín.

Especialmente, se alerta del estado de los campos de Gelsenkirchen y Leipzig, ya que muestran "una alarmante escasez" de puertas que permitan a los espectadores salir del recinto en caso de emergencia, bien sea por presencia de fuego o cualquier otro tipo de suceso. Mientras, del estadio olímpico de Berlín se critica su anillo de atletismo, por ser "peligroso durante una estampida". Así se describe en un artículo publicado en la revista que edita la organización.

Además, los otros ocho estadios presentan en mayor o menor medidas anomalías, aunque de menor nivel, por lo que su mejora en los próximos meses, hará que su acondicionamiento sea el idóneo.

Franz Beckenbauer, presidente del Comité Organizador de Alemania 2006 ha desestimado estas recomendaciones y, en unas declaraciones que recoge la BBC, las califica de "oportunistas" y asegurar que Stiftung Warentest sólo busca "su propio beneficio".

Alemania ha invertido más de 1,4 billones de euros en acondiconar los doce estadios de la Copa del Mundo, cuya celebración tendrá lugar entre el 9 de Junio y el 9 de Julio de este año.

No es la primera vez que los estadios alemanes son mirados con lupa por parte de las autoridades futbolísticas mundiales. El estadio de Nuremberg vio como sus tribunas vibraban cada vez que los espectadores se movían más de la cuenta, mientras que en el estadio de Kaiserlautern saltó un pedazo del voladizo a causa del viento que cayó en mitad del terreno de juego, provocando un tremendo susto y un coste por reparaciones superior a los 16 millones de euros.